Tal vez sea por la mezcla de sangre francesa y armenia que corre por sus venas, por su secreta instrucción en Ciencias Políticas o por que su vida personal y profesional se ha desarrollado en un viaje constante con paradas en Los Ángeles, Tokio, París y Londres. Primero fue la fotografía, que más tarde mezcló con ilustraciones sencillas pero hiperrealistas que han llegado a aparecer en destacadas publicaciones internacionales –Chrash, Dazed&Confused-, han ilustrado portadas de discos de Paul McCartney o Beck, han sido expuestas en galerías de arte alrededor del mundo e incluso fueron utilizadas por el mismísimo Calvin Klein para ilustrar una de sus campañas publicitarias.
Gracias a la adjudicación de una cuantiosa beca Charles decidió desarrollar una nueva faceta en su multidisciplinar carrera y no fue otra que volcar su talento hacia el mundo de la moda. Desde ese año hasta hoy nos ha deleitado con prendas nostálgicas, que recuerdan épocas pasadas, románticas y aniñadas, siguiendo un estilo personal íntimo y retraído, inspirado en los cuentos de hadas, el psicoanálisis y el arte en general y que cuenta con musas tan dispares como Alicia en el País de las Maravillas o su gata.
Entre sus fans se encuentran jóvenes rebeldes como Alexa Chung, Valentine Fillol-Cordier, Kelly Osbourne, Beth Ditto o las componentes de The Like, pero también personalidades consagradas como Yoko Ono o Rei Kawakubo.