jueves, 24 de abril de 2008

I´m with the band! (II)

Las groupies se convirtieron en mujeres con fecha de caducidad, destinadas a una vida de turbulencias, en la que las drogas, el alcohol y los desengaños se transformaron en rutinas cotidianas. Como bien decía Kate Hudson en “Almost Famous”: “I always tell the girls to never take it seriously. If you never take it seriously, you never get hurt. If you never get hurt, you always have fun. And if you ever get lonely, you just go to the record store and visit your friends”.

Pamela Des Barres

Pamela encarnó a la perfección lo que fue convertirse en la reina de las groupies durante los años 60. Gracias a la publicación de sus memorias (“I’m with he band: confessions of a groupie”) dio a conocer al resto de mortales sus andaduras sexuales con rockstars de la época. Entre su larga lista de conquistas se encuentran verdaderas leyendas de la música como Jimmy Page, Mick Jagger o Jim Morrison.

Su traslado a Hollywood para labrarse una carrera como actriz no le valió el éxito pero sí le ofreció la oportunidad de pasar por las camas más famosas de las estrellas de rock. Así comenzó a escribir una larga lista que encabezarían nada más y nada menos que Jim Morrison y el omnipresente Mick Jagger. Tras convertirse en Miss Pamela, de la mano de las GTO de Zappa, se enamoró locamente de Jimmi Page, pero este la abandonó por la jovencísima Lori Maddox. No sería su único rechazo, ya que años más tarde Don Johnson la dejaría por Melanie Griffith.

En los 70, con solo 25 años se vio hundida bajo la avalancha de las nuevas groupies de edades casi infantiles. Pero supo arreglárselas para llevarse a la cama a Keith Moon de The Who, y para dar el sí quiero años más tarde a Michael Des Barres, cantante de Silverhead. Ya que su deseo de convertirse en actriz de éxito nunca se vio realizado, Pamela luchó toda su vida por construirse su propio mito y conseguir ser recordada como la groupie más famosa de todos los tiempos. Hoy en día, a pesar de sus casi 60 años aún continua sumando jóvenes conquistas a su lista, como el guitarrista Dave Navarro, y ha publicado una segunda parte de sus memorias como groupie: "Take Another Little Piece of my Heart: A Groupie Grows Up"

The GTOs (Girls Together Outrageously)

Miss Sandra, Miss Pamela, Miss Christine, Miss Mercy, Miss Cynderella, Miss Sparky y Miss Lucy fueron las únicas chicas que, bajo las órdenes de Frank Zappa, transformaron el movimiento groupie en una verdadera banda de rock. Siguieron a todas las estrellas de rock de la época en cada uno de sus conciertos, pero fue Zappa quien las encumbró a la fama, grabando su primer disco (considerado hoy en día una verdadera pieza de coleccionista), y las hizo descender a los propios infiernos despidiéndolas unos meses después. La mayoría fueron condenadas por asuntos de drogas, Miss Pamela se convirtió en Pamela des Barres y Miss Sparky es hoy ejecutiva de Disney.

Cynthia Plaster Caster
Cuando Cynthia estudiaba arte en la Universidad de Illinois recibió un controvertido encargo por parte de su profesor de escultura: realizar un molde duro y resistente al agua. No se lo pensó dos veces y aprovechando su condición de groupie decidió realizar moldes de yeso de las erecciones de las más famosas rockstars de la época. Así, aunque no pasaron por su cama (o eso afirma), Cynthia se hizo con la mayor colección de esculturas de penes, entre los que figuran el de Jimi Hendrix, Lovin' Spoonful. Su obra artística fue financiada por el socio de Frank Zappa y las esculturas han sido exhibidas en museos de todo el mundo.
Cyrinda Foxe
Quizá la conquista más famosa de Cyrinda Foxe haya sido la de llevar hasta el altar a Steven Tyler, líder de Aerosmith y vivir junto a él un desastroso matrimonio. Pero antes de eso estuvo casada, aunque brevemente, con otra estrella del rock: David Johansen de los New York Dolls. Además formó parte de la Factory de Andy Warhol y mientras rodaba una de sus películas descubrió que estaba embarazada del mismísimo David Bowie, pero decidió no tener ese bebé. De su matrimonio con Steven Tyler nació una niña, Mia, y un libro "Dream On", en el que Cyrinda decidió relatar sus años más oscuros como groupie y le costó demandas judiciales por parte de su ex-marido y el rechazo de su propia hija.
Penny Lane
Penny Lane existió de verdad. Inmortalizada en "Almost Famous" por Cameron Crowe, fue una groupie con todas las letras. Su pasión por la música la hizo tomarse, a los 17 años, un tiempo sabático para seguir a todas las estrellas de rock a las que tanto veneraba y poder satisfacer sus necesidades, como si de una exclava se tratase. Junto a otras cinco chicas recorrió medio mundo conociendo los entresijos de la historia del rock y a los 20 años decidió tomar un avión rumbo a casa y retomar lo que solía ser su vida. Así se graduó en la universidad, se casó y rompió cualquier lazo con el pasado, excepto su amor por la música. Cuando Cameron Crowe la llamó para inmortalizarla en una película lo único que pudo decirle fue: "Gracias por tus recuerdos"
Pattie Boyd
Rozando la adolescencia Pattie participó en una de las películas de los Beatles ("Qué noche la de aquel día") y a pesar de que su papel se limitaba a unas escasas líneas, supo como captar toda la atención de uno de los protagonistas: George Harrison, que llegó a compararla con Brigitte Bardot. Salir con uno de los Beatles e incluso casarse con él le costó a Pattie el desprecio y odio de las fans enloquecidas, que llegaron a agredirla en más de una ocasión. Y ciertamente fueron las fans las que hicieron mella en el matrimonio, sobre el que constantemente planeaban las supuestas infidelidades del Beatle. Pattie lloró la ruptura en el hombro del mejor amigo de su marido, Eric Clapton con el que volvió a pasar por el altar unos años más tarde, ante la total indiferencia de George Harrison que llegó a proponer un intercambio de parejas. Lo que por entonces eran la rutina diaria de cualquier groupie, las infidelidades, rompieron de nuevo este matrimonio y Pattie está sumergida hoy en día en trabajos de caridad con alcohólicos y drogadictos.

miércoles, 9 de abril de 2008

I´m with the band! (I)

Hubo una época en la que las estrellas de rock decidieron mezclarse con los que estaban unos cuantos escalones por debajo de ellos en la escalera de la fama. De esta controvertida mezcla nacieron las groupies, chicas que vendieron su alma al diablo por estar al lado de aquellos dioses de la música que tanto veneraban. Jóvenes que encarnaron durante mucho tiempo los sueños materializados de cientos de adolescentes enloquecidas que deseaban caer en los brazos de alguna rockstar y asegurarse el futuro de por vida. Algunas, efectivamente, lo lograron.

Lori Maddox

Puede que sea una de las groupies más jóvenes de la historia ya que Lori Maddox perdió su virginidad a los 13 años junto a David y Angela Bowie, según sus propias palabras. A principios de los años 70 comenzó a despuntar cuando Jimmy Page, guitarrista de Led Zeppelín, se fijó en ella e inclusó llegó a sobornar a su manager para que literalmente “raptase” a la chica, y la trasladara a su hotel. Así comenzó una turbulenta y secreta historia de amor entre ambos, ya que por esa época Lori era menor de edad y Jimmy salía con Pamela des Barres, que consideró durante años a la jovencísima Lorie como su más feroz enemiga.

Sable Starr

La punkie Sable Starr comenzó sus andaduras como groupie a la misma edad que su amiga Lori Maddox. A los 15 años repartía su tiempo entre los Stooges (que solían teñirle el pelo púbico de verde y mandarla a nadar, ya que les gustaba el efecto visual), David Bowie y Johnny Thunders. Tras los maltratos propiciados por éste último Sable se refugió en los brazos de Keith Richards y Richard Hell y tras separarse decidió reestructurar y equilibrar su vida. Tenía 17 años.

Bebe Buell

A pesar de haber sido encumbrada como una de las más famosas groupies de la historia, ninguno de los que pasó por sus brazos se atreve a catalogarla como tal, porque todos estuvieron realmente enamorados de ella. Bebe Buell conquistó a Iggy Pop ejerciendo de enfermera fortuita, a Keith Richards aconsejándole sobre cómo afilar sus cuchillos, David Bowie lo intentó pintándole las uñas de los pies y de Mick Jagger dijo que había sido su “amante más dulce”.

Bebe nació con ambiciones de convertirse en rockstar, pero tuvo que conformarse con compartir su vida al lado de muchas de ellas: “siempre escogí estrellas de rock como novios porque me gustaba su temperamento: el nervio, la inestabilidad, la incertidumbre. Eran relaciones tan peligrosas como divertidas. Desde luego, no eran la mejor garantía de cordura o seguridad, pero era interesante poder levantarse todas las mañanas al lado de alguien así».

Su relación más duradera la vivió al lado de Todd Rundgren que ejerció como padre de su hija Liv, hasta que un día, al encontrarse a su hermana Mia en un concierto y comprobar su asombroso parecido físico, Bebe tuvo que confesar que quien verdaderamente la había engendrado había sido Steven Tyler, líder de Aerosmith. Tras una breve relación con Rod Steward Bebe conoció al que según sus palabras fue el amor de su vida: Elvis Costello. Su relación duró dos años hasta que él decidió regresar con su mujer y actualmente se niega a hablar de Bebe: Me aterroriza lo que me hace Elvis. En sus últimos discos, sigue escribiendo letras que sólo yo puedo entender, porque sabe que seguiré escuchando sus canciones. Él sabe que yo las entenderé, y también que si me pongo a hablar de ello en público la gente pensará que estoy loca. Le encanta que la gente piense que no ando bien de la cabeza. Pero él sabe la verdad, en el fondo”

El siguiente en la lista fue Stiv Bators, cantante de The Dead Boys que tan enganchado estuvo a ella que al morir dejó una nota en la que pedía a Bebe que esnifara sus cenizas. Bebe declinó la oferta, pero las guardó en una caja en forma de corazón.

Nancy Spungen

Nancy fue durante años una de esas fans enloquecidas que intentó por todos los medios meterse en la cama una rockstar. Cuando conoció a Sid Vicious supo desde el primer momento que la suya sería una historia brutal, por primera vez alguien se había fijado en aquella rubia regordeta desesperada. Sid y Nancy estuvieron juntos tres años y el final de su historia de amor es uno de los más salvajes de la historia del rock: “¿Quieres morir? Si, si quiero, mátame, lo único que quiero es morir, tú me lo prometiste. Entonces muere" y Sid clavó en el estómago de su novia la punta de su navaja suiza recién comprada. Pensó que se trataba de una herida superficial como las que él mismo solía causarse en medio de la catarsis de sus conciertos. Pero ése resultó ser el final para Nancy.

Anita Pallenberg

Anita entró en el círculo de los Rolling Stones como novia de Brian Jones, pero los desequilibrios mentales y los reincidentes malos tratos que éste la propiciaba hicieron que durante un viaje a Tánger se refugiara en los brazos de Keith Richards. Pero no fuero los únicos componentes de los Rolling con los que mantuvo relaciones, ya que es famosa la escena de sexo real con Mick Jagger en ‘Performance’ así como los encuentros con su novia Marianne Faithfull. Con Keith tuvo tres hijos, uno de ellos fallecido, y durante años cargó con la fama de realizar magia negra para lograr sus objetivos.

Marianne Faithfull

Nadie esperaba que la dulce niña, proveniente de una familia acomodada se transformara en una de las más famosas groupies de la mano de sus Satánicas Majestades. Marianne se convirtió en la novia de Mick Jagger y amante de Keith Richards casi al mismo tiempo que flirteaba con Bob Dylan o David y Angela Bowie. Las drogas fueron poco a poco mellando en su vida, incluso se vio envuelta en problemas judiciales y escándalos sexuales. Pasó de cosechar grandes éxitos con algunos de sus discos a ser rechazada por la industria y acabar viviendo en la calle, enganchada a la heroína. Marianne supo salir a flote de la vorágine de las estrellas de rock y hoy en día es uno de los iconos vivientes de esa generación

viernes, 4 de abril de 2008

La Última Sesión

La sesión de fotos que Bert Stern realizó a Norma Jean antes de su muerte en el hotel Bel-Air de Los Angeles es mundialmente conocida y las imágenes han llegado a convertirse en verdaderos iconos de lo que un día significó el personaje de Marilyn Monroe para la industria hollywoodiense. Para mí el concepto artístico y profesional de las más de 2700 instantaneas es eclipsado totalmente por la mezcla de sentimientos que éstas transmiten al observarlas con detenimiento.A lo largo de los años hemos estado expuestos a millones de documentos gráficos en los que podíamos observar a una Marilyn Monroe deslumbrante, que brillaba por sí misma a pesar del desequilibrio interior que sufría. Pero en "la última sesión", bajo la capa de glamour y artificio de tintes rubios del personaje, podemos descubrir por primera vez a la verdadera Norma Jean Baker. A traves de sus gestos y, sobre todo, su mirada desorientada y cansada, vislumbramos el declive de una superestrella, la humanidad de una diosa encumbrada por sus propios deslices durante los que fueron, sin saberlo, sus ultimos días. A pesar de la decadencia externa que se transmite y de sus propias inseguridades en forma de cicatriz, nunca he visto fotografías que mostraran una Marilyn más bella que la que aquí aparece. Creo que este es el motivo por el cual valoro tanto estas imagenes e intento ver más allá de lo que a primera vista signicaron. Porque el mito de la ambición rubia también fue humano en una ocasión.

"Era asustadiza e insegura de si misma. Llegaba siempre tarde a los rodajes y confiaba demasiado en la bondad de la gente. Lo único que tuvieron que enseñarle en su vida fue a caminar, todo lo demás lo aprendió por si misma. Y es duro tener que demostrar que tienes talento cuando en realidad sabes que no vales nada. Se encontraba cómoda siendo odiada por las mujeres y adorada por los hombres y para ella era más importante estar maravillosa que vender su alma por 50 centavos. No quería que la admiraran, en realidad solo buscaba que la quisieran. Sabia que pertenecía al público no por su belleza o su talento, sino porque nunca antes había pertenecido a nadie. Deseaba casarse, encontrar a alguien que la respaldara y cuidara para siempre y, en cierto modo, logro conseguirlo. Porque más de 40 años después de su muerte, su público sigue creyendo en ella. En la ambición rubia que, aunque cueste creerlo, alguna vez fue de carne y hueso"