Una de las cosas que te mantienen vivo cuando estás hundido es que la gente se preocupe por ti. Es el cordón umbilical que te une a la vida; en el caso de Brian, ya nadie se preocupaba por él. Brian ponía a prueba los niveles de resistencia de la gente, y había agotado la paciencia de todos. Lo hacía siempre, continuamente. Para Brian, las relaciones con los demás siempre ocurrían en caso extremo. la única clase de afecto o amistad que podía tolerar era el amor incondicional. Por parte de hombres, mujeres, novias, chóferes, camareros. Aun contando con eso, apenas podía enfrentarse a la vida. Y menos que eso, le parecía una gran estafa.
domingo, 5 de julio de 2009
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3 comentarios:
Me encanta! es superprofundo, una muy buena reflexión. :)
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La vida nunca es una estafa
es una gran inversión.
Coméntaselo si lo ves.
Patrizia
mencantas Adoro tu blog
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