


Los datos biógraficos con los que contamos son escasos. Nació en una familia anglo-americana bastante recta y de raíces aristocráticas, a pesar de la bisexualidad proclamada de su progenitor, un importante multimillonario periodista y parlamentario. A los 13 años Penelope fue descubierta por Diane Arbus, con la que más tarde volverá a trabajar para ser portada de Vogue en tres ocasiones. Con 17 años conoció a Diana Vreeland en la fiesta de máscaras 'Black and White Ball' de Truman Capote y fue ella quien encargó a Richard Avedon que la fotografiase para su publicación y la responsable del despegue de su carrera profesional. Fue gracias a esas fotografías que un renombrado y audaz fotógrafo se fijo en la jovencísima chica de resagos desconcertantes. No era otro que David Bailey.



David y Penelope comenzaron así una relación profesional y personal de amor-odio, sumida en el inestable panorama de los Swinging Sixties y en la diferencia de edad de 13 años que los separaba. Bailey dijo de ella que era 'la modelo más original que jamás había visto' e incluso recientemente afirmó que 'Penelope era mucho más que Twiggy. Twiggy estaba más identificada con los Beatles, los Monkees, mientras que Penelope, de alguna manera, comenzó el movimiento Flower Power. Y llevaba las minifaldas más cortas que he visto nunca'. Este sentimiento de admiración por la modelo quedó, sin duda, grabado en todos los retratos que realizó, a pesar de que el mismo Bailey dijera en una ocasión que 'nunca había tomado una buena fotografía a Penelope'.
Tras su ruptura con Bailey, Penelope decidió escapar a Australia para permanecer alejada del ojo público británico. Allí se aisló del mundo de la moda, formó una familia y puso punto y final a su carrera como modelo, aunque hemos podido verla recientemente en la campaña de Burberry otoño invierno 06/07 junto a Stella Tennant y Kate Moss y demostrando que, aunque pasen los años, ella sigue siendo una de las grandes.

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